Adoro es, podría decirse, un poema. Un poema a la recuperación de lo humano. Un extensísimo poema que buscar solamente mostrar que hoy todavía se puede creer, se puede amar, se puede adorar. Porque créase o no para adorar hay que tener una capacidad; la capacidad de reconocer en otro una grandeza; hay que esquivar el egoísmo, hay que ser de otro mundo. Sencillamente de otro mundo como es el narrador de esta novela. Él lo sabe, sabe que este lugar en donde está las cosas no son como deberían ser, que a él le gustaría mucho más no pertenecer, pero no se resigna, se revela y se revela adorando.
Sin duda es un mensaje de amor.
Y el que lo cuenta es lo más parecido a un niño de la literatura para adultos que he leído hasta ahora. Vuelvo a mi premisa de antes de terminar el libro. Lo heterogéneo. Habla de sexo! De sexo entre hombres y sin embargo nos da la sensación que lo esta contando un niño. Eso lo transforma en transgresor sin transgredir, en vanguardista sin romper ni destruir, al contrario construyendo, construyendo nuevos espacios de significación que nos hacen cada vez más libres o por lo menos dejan la impresión de eso.
Si tuviera que elegir una frase del libro que se repite varias veces y que condensa una potencia de gran envergadura es: “y yo le creo”. Quiroga dice : “en un cuento bien logrado las tres primeras líneas tienen la importancia de las tres últimas” y si bien esto no es un cuento ni tampoco creo que haya que darle demasiada importancia a Quiroga, me hizo acordar a esto.
En las primeras líneas ..”me dice que se llama Cristian y yo le creo,,” y yo también le creo que le cree. Ahí esta el mensaje de fe, de amor y de ineludible confianza en otro reconocido como tal más allá de las diferencias que materialmente los hacen disímiles. Más allá de que Cristian sea un Taxi boy y Ovi un poeta.
Me pregunto entonces que es ¿“Astroboy”?. Astroboy es eso, es la conversión de ese otro en un posible interlocutor válido; es la concesión de dignidad que nunca debería por ninguna razón nadie haber perdido. Astroboy es sujeto que puede hablar, que puede sentir, que puede amar, pero sobre todas las cosas que puede hacer feliz a otro.
Si Astroboy no es un mensaje revolucionario de amor, entonces raspa el filo. Y si hoy amar se convierte en revolucionario es justamente porque nadie está entendiendo nada.
Flor Lopez.
Es una reseña que te llega al alma, realmente maravillosa
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