Entonces debe ser que estaba pensando mucho,
sin querer,
sin pedirlo.
Pensando sobre otra cosa,
sobre otro lugar,
que me hacía creer que no me dejaba pensar.
MFL
"Cuando pensar es la asfixia de vivir -pensar y penar se parecen tanto-, pareciera como si hubiera una autonomía última que se perdiese. Un viaje hacia un cuerpo similar, sin conciencia del viaje. Mirarse al espejo en ese momento es ver a otro, es no poder verse a uno mismo, reconocer ahí el ánimo meditativo y no al cuerpo que medita. Ese reflejo de un Otro subsidiario en tiempo y forma es una muestra más de la honestidad del objeto que lo muestra. Si no se es uno mismo en ese momento, ¿por qué se espera una devolución idéntica? ¿Es que lo miramos para ver si lo que cambió en nosotros está ahí escondido, buscándonos?"
Cuando el ahora, no es el acá!
ResponderEliminarTu escrito refleja tan bien lo sentido-"adolecido" en momentos de "pensar in extremis!" que suelen atacarnos cuando estamos maso y encima, con tiempo atroz rodeándonos de sobremanera.
Respecto al otro escrito franquense...me encantó lo de "Ese reflejo de un Otro subsidiario en tiempo y forma...". Terrible. Exactista.
En estas ocasiones raras que nos pasan, la sensación predominante, es la de perder control sobre uno, no pertenecer siquiera a la mente, "como si hubiera una autonomía última que se perdiese."
Abrazo Flor. Tus publicaciones dan que pensar (pero para bien!). Y brindo por eso.